"... una ciudad ruidosa, con paredes de espejo (..) un nombre que jamás había oído, que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el sueño una resonancia particular: Macondo."
No cabe lugar la imaginación, pero debería, debería estar impuesto, ser obligado mediante decretos, normativa o lo que fuere. No podemos permitir morir jóvenes, no dejemos de ser uno para ser todos, o al menos la mayoría. Soñad Macondo, o al menos creed que existe o que sería factible crearla, empezada por uno y terminada por todos, o al menos la mayoría. Cread Macondos, donde lo maravilloso sea lo cotidiano, donde lo real sea lo imposible, donde la soledad sea compartida, pero la historia sea el presente y nunca sea olvidada.
SIMPLEMENTE LUCHEMOS DE DÍA, SOÑEMOS.
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